martes, 21 de abril de 2009

Violencia Intrafamiliar y Quiebra de la Sociedad Capitalista.

Un informe de la UNICEF, organismo de las Naciones Unidas, ha llevado a cabo un estudio sobre la violencia sobre los niños y de ese estudio se ha desprendido la conclusión de ser la familia el centro desde el cual se ejerce mayor violencia sobre los niños, incluida la violación sexual de la cual se ha venido denunciando en los últimos días.

Hemos analizado, en otras ocasiones, el fenómeno de la desintegración de la familia de las sociedades de propiedad privada individual sobre los medios de trabajo y de producción. También hemos señalado que la familia, como grupo consanguíneo, no ha tenido siempre la misma estructura y que, por lo mismo, siendo un fenómeno histórico, su evolución sigue las leyes de ésta en todos los espacios del ser universal y, por lo mismo, de la sociedad humana.
Lo importante es desentrañar la esencia de la violencia que se produce dentro de la familia actual; todas las instituciones de la sociedad actual hacen hincapié en los valores de la familia afirmando que son valores esencialmente morales y profundamente religiosos. Mucho énfasis se hace en que la religión es un elemento de unidad familiar y se ha dicho en forma hasta humorística que la 'familia que reza unida permanece unida' para indicar que es lo religioso el factor más importante para la estabilidad de la familia actual.

Nada más falso que la afirmación de ser lo religioso el factor fundamental en la unidad y estabilidad de la familia; si así fuese no habría problemas ya no solo en la familia sino en la sociedad en general; porque si acaso hay algo real es que la Humanidad, casi en su totalidad, es creyente y profundamente religiosa sea cualquiera la religión de las innumerables que hay actualmente y ha habido siempre. Podemos decir que el número de no creyentes es tan insignificante que ni siquiera los podemos contar. Hay algunos datos que afirman que los no creyentes se cuentan por millones pero eso no es cierto. En efecto, puede haber millones de personas que no practican religión alguna pero eso no significa que no sean creyentes; esas personas creen en un ser superior, en fuerzas por fuera de lo que se conoce como materia, en algo que no es material; por ello hablan de 'fuerzas' superiores y similares fenómenos a los cuales atribuyen poderes que el humano no posee. Tampoco es cierto que quienes están de acuerdo con la evolución sean ateos o no creyentes. Se pensó por algunos que los comunistas eran ateos y lo real que la mayor parte de ellos eran y son profundamente creyentes. Entonces, la realidad es que lo 'espiritual' o lo religioso domina en la casi totalidad de la Humanidad y no por ello la violencia se termina y ni siquiera disminuye. Y en el caso de la familia, el fenómeno tampoco es ajeno, como lo ha demostrado el estudio a que hacemos referencia.

El fenómeno de la violencia intrafamiliar tiene explicación dentro del fenómeno general de la violencia consustancial a la estructura económica y social de la sociedad; el grupo familiar sobrevive dentro de un medio en el cual la necesidad es inmanente a él: la necesidad de la comida, la necesidad de la vivienda, el vestido, la salud, la educación. Mientras el individuo y su familia, de la cual es parte indisoluble, no pueda trascender la necesidad de la sobrevivencia, se encontrará abocado a la violencia por la búsqueda de la comida, la vivienda, el vestido y demás necesidades que exige el vivir y sobrevivir en una sociedad en la cual todo le es adverso.
En la sociedad actual, en la cual hay un excedente de producción pero que es inaccesible a la mayor parte de la población, el individuo se ve incitado a violentar lo que le impida el acceso a los bienes que necesita para vivir. Esta situación genera en cada quien una angustia permanente, una desestabilización emocional que lo lleva a la agresividad contra todo lo que le rodea; lo más cercano a cada individuo es el grupo familiar y sobre sus componentes descarga esa agresividad; pero la descarga sobre los componentes más débiles de ese grupo y los más débiles son los niños y los ancianos. Además, en el hombre la situación es de mayor gravedad; todo el entorno social y cultural de las sociedades modernas se manifiesta en la dirección de la eroticidad, fundamentalmente en lo que se refiere a lo sexual. No hay periódico, revista, espectáculo supuestamente cultural o festivo, evento televisivo o cinematográfico que carezca de incitación sexual o de violencia bélica o delincuencial.

En estas condiciones todos los representantes de la infinidad de iglesias, cultos y religiones que hay en el planeta que habitamos pueden desgañitarse gritando que la religión es la salvación de la familia, que los valores que ellos predican, pero que nunca practican, son los que pueden salvar la familia; esos religiosos son los más implicados en la violencia a los niños como ha quedado demostrado últimamente; nada podrá salvarla si por ello entendemos que el grupo obtenga tranquilidad y armonía social. La familia es el reflejo social de la Comunidad o Sociedad Humana y obedece a leyes que persona alguna, ya sea creyente o no, puede violar o cambiar a voluntad.
Para que el grupo familiar supere este estado de cosas, la violencia a que hemos hecho referencia, es necesario que desaparezca como tal; esto es, que el grupo familiar trascienda la sociedad de propiedad privada individual sobre los medios de vida, los medios de producción; esto solo es posible en una sociedad de propiedad privada colectiva, como lo venimos afirmando y practicando en lo posible. Y para poder entender esta trascendencia es que debemos superar la ideología individualista y de ambición por la riqueza porque no solo entre la familia de los pobres es que se da la violencia; también se da dentro de las familias burguesas y de nuevos ricos.


YEKA TORRES

1 comentario:

  1. HOLA INTEGRANTES DE ESTE GRUPO SU BLOGS ESTA MUY BUENO TIENE COSAS INTERESANTES CON LAS CUALES DEBEMOS REFLEXIONAR....... LOS QUIERO MUCHO

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